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Invertir en formación es invertir en el futuro del Spa Entrevista a César Tejedor

  • Foto del escritor: Meritxell Llorca
    Meritxell Llorca
  • 12 ago 2018
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 4 oct 2023

Invertir en formación es invertir en el futuro del Spa Entrevista a César Tejedor

Esta Esta semana vivimos la grata experiencia de conversar con César Tejedor, autor bestseller en libros sobre Spa, medicinas tradicionales y masaje, y quien se ha desempeñado como director de Massage Around the World, empresa de consultoría y formación en el ámbito wellness, dedicada a difundir la importancia de que el masaje tradicional y las técnicas de sanación sean accesibles a todo tipo de usuarios en el mundo. Además, es embajador de las iniciativas Global Wellness Day y el Global Mentorship Program.


Dada su amplia experiencia y trayectoria como consultor, quisimos profundizar con él sobre la importancia que tiene para todo terapeuta estar en continuo proceso de formación, además de conversar sobre el spa y los costes que este representa para todo inversor. De manera que, si tu deseo es tener una carrera exitosa en el sector wellness, esta entrevista puede resultarte bastante interesante.


En qué debo invertir cuando invierto en un Spa?


Si bien toda inversión siempre es directamente proporcional a las posibilidades que tenga el emprendedor (económicas, formativas, de acuerdo a su experiencia, por su ubicación, etc.), debemos desarrollar un criterio y concepto spa suficientemente claro e interesante, y no perder de vista qué elementos tienen mayor importancia, generarán solidez de marca y aportarán beneficios de crecimiento económico.


De esta manera, todos los costes que contraemos están relacionados ya que lo ideal es que el criterio de base para invertir siempre sea la calidad del servicio, lo que a la larga “representa el mayor coste, porque sin servicios de calidad la experiencia del cliente puede ser terrible y hacer que un spa con una gran inversión en diseño y producto, fracasen. Y el fracaso, representa un grandísimo coste para el negocio”.


En este escenario juega además otro factor que es generalmente difícil de ver físicamente. Diferenciar y diversificar la inversión supone además contraer gastos en elementos que generalmente son intangibles, ya que “van ligados a aspectos como la formación de los empleados, a la filosofía de la marca y al espíritu corporativo”. Elementos que precisamente darán solidez a nuestra marca spa y el reconocimiento del sector y sobretodo, del cliente. Nuestro entrevistado profundiza, diciéndonos incluso que muchos spas “gastan millones de euros en instalaciones, aparatología y productos, y sin embargo escatiman en el proceso de diseño de concepto, filosofía y formación, perdiendo así el poder más importante e influyente en la experiencia spa”.


Por tanto, podemos constatar que este es un problema que incluso puede afectar a grandes empresas si no se tiene muy claro hacia dónde hemos de apuntar todos nuestros esfuerzos y recursos económicos. Es por ello que el norte siempre ha de ser la satisfacción del cliente, quien es finalmente quien consume nuestros productos y servicios y quien se lleva la experiencia de nuestro trabajo a casa.



La formación lo es todo en un spa.


Teniendo en cuenta todo lo anterior, la mejor manera que tenemos para desarrollar este criterio de calidad es la formación. No solo como un medio que aporta conocimientos y actualización técnica, sino que contribuye a obtener una visión integral de lo que se necesita para lograr una mayor y mejor rentabilidad.


El entrevistado afirma que “la formación lo es todo en un spa” pues su experiencia le ha llevado a ver “spas muy humildes colocarse entre los mejores del mundo, por el simple hecho de ofrecer un servicio y una experiencia gratificantes para el usuario”, esa que ha sido conseguida por medio de un constante proceso de formación en técnicas de masaje, protocolos, servicios y gestión del cliente, toda vez que ha presenciado “spas espectaculares hundirse por una falta de dirección, protocolización, visión y filosofía” pues han dejado de lado el que su equipo spa esté formado y motivado.



El reto es el cliente.

¿Es posible ofrecerle una experiencia trascendental, en un mundo superficial?


En un sector como el wellness, que evoluciona rápidamente y cuyos consumidores difícilmente son impresionables, puesto que la tecnología de la información permite que estén actualizados y conscientes de sus propias necesidades –ya sean de alimentación, relajación, entretenimiento o cualquier otro ramo- el emprendedor o gerente de un spa debe estar siempre a la vanguardia o lamentablemente la competencia y las malas decisiones gerenciales serán implacables.


Sobre esto, César comenta: “estamos acostumbrados a ver diseños impresionantes en edificios, oficinas, museos, viviendas, spas, etc., a ver cosmética de gran lujo en centros comerciales, aeropuertos, supermercados, centros de belleza... Esto ha hecho que ya prácticamente nada nos impresione. Cada día consumimos y nos exponemos a miles de productos, que vemos en la tv, el teléfono, en un escaparate, en la imagen de un deportista... Estamos tan expuestos al bombardeo continuo de productos que, para que algo nos llame la atención, debe de ser realmente asombroso o llamativo...” pero no todo esto es necesariamente negativo, aquí existe una oportunidad de negocio enorme que está esperando ser tomada: generar experiencias realmente satisfactorias en un entorno así de viciado y estresante.


César nos pregunta “¿Cuántas experiencias consumimos al día?... Muy pocas, algunos días, ninguna”. Por tanto, es importante reconocer que el cliente está deseando un instante en el que todo ese caos que le rodea se apague y pueda darse un respiro, una experiencia diferente. A nuestro criterio, el espacio que puede ofrecerle esto –y mucho más- es el Spa.


Por tanto, volvemos al tema formativo. Nuestro entrevistado resalta la importancia de una buena formación en un spa y un fuerte concepto, los cuales tienen la posibilidad de “hacer que el cliente se sumerja en una experiencia vital, que va más allá de diseños o productos... Que hacen que un par de cañas de bambú y un cosmético hecho frente al cliente, con papaya y coco, puedan ser los mejores diseños y cosméticos del mundo”.


Nuestra misión como formadores, consultores y especialistas del sector debe ser apuntalar todos nuestros esfuerzos hacia la concienciación sobre este tipo de decisiones erradas, pues deterioren la capacidad de nuestros empleados de generar experiencias significativas. De hecho, en un mundo que apunta cada vez más hacia lo virtual y la tecnología, ¿qué podemos ofrecer si no mayor crecimiento humano para nuestros profesionales del sector?



Antes de formar a nuestros terapeutas, conocer nuestro spa.


Teniendo en cuenta los años que lleva como director de Massage Around the World, aprovechamos la oportunidad de preguntar a nuestro entrevistado qué tipo de técnicas y cursos pueden ofrecerse a los trabajadores spas para lograr los objetivos señalados anteriormente y que puedan además despertar su interés profesional.


César aduce que existen varios parámetros a tener en cuenta al momento de optar por una formación o especialización. “El primero es la localización geográfica. La formación que me piden mis clientes en Hong Kong, en medio oriente, en Sudamérica, España o USA, es totalmente distinta. No solo en los contenidos, sino también en las formas, por un tema estrictamente cultural. Por otro lado, la formación también responde a las tendencias del sector. Hay clientes cuyos objetivos son refrescar y pulir los grandes clásicos del spa, como son el Masaje Sueco, el Balinés, el Tradicional Tailandés o el Ayurvédico Abhyanga... Y otros que lo que piden innovación, y cada año quieren introducir nuevas técnicas...” Por tanto el proceso formativo no puede tomarse a la ligera, pues previamente hemos de determinar nuestra ubicación y luego qué tendencias del sector se acogen a nuestras posibilidades.


Ahora bien, después de 20 años en el sector, el entrevistado afirma que la fórmula del éxito se compone de tres procesos esenciales. El primero de ellos es analizar qué recursos se tienen para ofrecer, es decir, ser conscientes de nuestro producto, sus limitaciones y su potencial. Lo segundo es definir qué es lo que falta, cuáles son nuestras necesidades, un proceso que ha de verse con total sinceridad y apertura al cambio. Siendo el tercero la resolución de problemas en base a los recursos y necesidades, donde recomienda invertir en formación y capacitación del personal, algo que se traducirá en el corto y mediano plazo en una notable mejora del servicio.



Algunas tendencias formativas en el sector


Si estás interesado en formarte, o bien, en la formación de tus empleados, te comentamos que si el objetivo es la técnica de masaje como tal, durante los últimos tres años la tendencia se ha decantado por el aprendizaje de técnicas orientales. Para César, los cursos más demandados han sido "Masaje Tibetano Kunye", "Masaje con Cuencos Tibetanos" y el siempre clásico "Masaje Tradicional Tailandés". Importante para tener en cuenta si deseas incursionar en el sector o bien pulir esos aspectos que tienes en carencia.


Sobre el ámbito más gerencial, nos comenta que “recientemente hemos incluido un nuevo curso de 5 días sobre ‘Diagnóstico Integrativo y Masaje’ que por el momento se está convirtiendo en uno de nuestros cursos más exitosos” porque apunta directamente a esta necesidad imperante de ofrecer un mejor servicio.


Para obtener mayor información sobre la labor que realiza César Tejedor, accede a la web de Massage Around the World y su perfil en Linked In.

Si deseas saber más sobre éste y otros temas relacionados al sector wellness, no te pierdas una siguiente entrega de nuestro ciclo de entrevistas profesionales.


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