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Postura y Posición Corporal en el Spa

  • Foto del escritor: Meritxell Llorca
    Meritxell Llorca
  • 20 abr 2023
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 28 sept 2023

Los movimientos corporales incluyen gestos y posturas que pueden ser utilizados para reforzar o enfatizar lo que una persona está diciendo, toda vez que ofrecen información sobre las emociones y las actitudes de una persona.

postura corporal

La postura corporal es la posición del cuerpo con respecto al espacio que le rodea y cómo se relaciona el sujeto con éste. Se encuentra determinada por distintos factores circunstanciales que van desde lo más físico a lo psicológico: cultura, genética, profesión, hábitos o pautas de comportamiento, modas, emociones, aptitud física, entre otros. Por tanto, la postura que se tome puede facilitar el camino para agradar a alguien o bien, para mejorar nuestra calidad de expresión y entender de manera más clara a quien nos acompaña.


Dentro del lenguaje corporal, tenemos posturas abiertas o cerradas que determinan y reflejan el grado de confianza, el estado emocional o la receptividad de un individuo para otra persona. Las primeras, son aquellas posturas en donde no hay barreras, como los brazos o las piernas entre un interlocutor y otros. Al contrario, alguien sentado en una posición cerrada podría tener los brazos o las piernas cruzados, o colocadas en un ligero ángulo de la persona con la que están interactuando para aislar o proteger el cuerpo (de forma inconsciente en muchos casos). En ese sentido, una postura abierta puede usarse para comunicar apertura o interés en alguien y una disposición para escuchar, mientras que la postura cerrada puede implicar incomodidad o desinterés.


A continuación, señalamos las posiciones ideales para comunicarnos de acuerdo a ciertas circunstancias:


Posiciones Corporales:

En situaciones competitivas: Frente a frente.

Para ayudar o cooperar: Al lado.

Para charlar: En ángulo recto.


Postura de la cabeza:

Movimientos de lado a lado: negación.

Movimientos hacia arriba y abajo: asentimiento.

Arriba: neutral o evaluación.

Inclinada lateralmente: indica interés.

Inclinada hacia abajo: indica desaprobación, actitud negativa.


Postura de brazos:

Cruce estándar: postura defensiva, también puede significar inseguridad.

Cruzarlos manteniendo los puños cerrados: indica señal de defensa y hostilidad.

Cruzar los brazos agarrando los mismos: es una muestra de restricción.

En jarra: ataque, enfrentamiento

Mano agarrando brazo por detrás: vergüenza, timidez, esconde algo

Manos agarradas delante: espera, escucha, servicio pasivo (escuchamos para actuar)

Manos agarrados en la espalda: predisposición, presentación, buena actitud, servicio activo (actuamos)


Postura de piernas:

Cruce estándar: actitud defensiva.

Cruce en 4 (“en indio”): competencia, discusión.

Cruce estando de pie: incomodidad, tensión.

Cruzar los tobillos: se usa para disimular una actitud negativa.

Pies adelantados (tercera posición en ballet): disposición a actuar


En el Spa resulta esencial elegir la postura correcta para atender al cliente y guiarlo, no solo para el disfrute de su experiencia, sino para fomentar su comodidad y confortabilidad.


Es por esto que en BSpa damos alta importancia al movimiento, pudiendo equiparar nuestra forma de movernos en el spa con los movimientos y posturas que realiza una bailarina de ballet clásico en el escenario. Alcanzar la maestría implica incorporar esta fluidez a cada terapia que desarrollemos.


Esto se ve reflejado claramente en dos entornos fundamentales: los movimientos y actitudes durante la atención general del cliente y los movimientos y actitudes con el cliente una vez estamos en sala. Vemos a continuación el primer caso y posteriormente, en el módulo II estudiaremos con detenimiento el segundo.




Posturas corporales en el spa

El recibimiento que tendremos con el huésped/cliente desde el principio será incitándole en todo momento a la relajación. Nuestros movimientos tendrán que ser delicados y concretos, nunca bruscos. Le hablaremos con mucha amabilidad con todo de voz bajo y relajado.


Asimismo, nuestra expresión corporal en el spa debe centrarse en movimientos lentos, calmados, que desprendan serenidad y predisposición. Movimientos armónicos, suaves, relajados, que inciten al cliente a transformar el estado físico y emocional con el que ha llegado. Si el cliente percibe ese tipo de movimientos, modificará también los suyos, iniciando así su experiencia hacía el bienestar.


a. Spa Stance

Dentro del movimiento, encontramos también la ausencia de él, o aquellas posiciones que debemos adoptar. Como hemos estudiado anteriormente, en nuestro sector sabemos que todo está fundamentado en un protocolo que suele atender a un concepto concreto.


Si un cliente entra en el spa y encuentra a la recepcionista apoyada en una pierna, con la mano en la cintura y el brazo en jarra, será un recibimiento poco grato, que no invita al sujeto y le predispone, limitando su experiencia global. Lo mismo ocurre si estamos cansados, agobiados, desganados, enfadados, etc. Emociones y posiciones corporales que no podemos transmitir bajo ningún concepto, ya que no es lo que se espera de la recepcionista de un spa, los terapeutas, o de los miembros del staff que representan al centro, en recepción o zonas comunes.


Es importante que cada uno mantenga su posición, de acuerdo a su rol en el spa, para así conservar los estándares de calidad y servicio. En definitiva, se trata de pequeños detalles significativos que aportan valor a la experiencia del cliente. Por ello nuestro mejor aliado será la construcción de un protocolo de actuación que todos estén comprometidos a respetar.


Ahora bien, teniendo en cuenta las posturas corporales que hemos estudiado anteriormente, recomendamos lo siguiente:


No debemos invadir nunca el espacio vital del cliente ni el espacio emocional.

Para evitarlo, nos colocaremos a unos 50cm del cliente, distancia suficiente para no invadir, pero si para para ofrecer calidez. Para evitar cruzar su espacio vital emocional, la postura caporal que adoptaremos, será en diagonal. Como hemos mencionado, la percepción del cliente será de cooperación, ayuda, guía.


La posición de la cabeza, será ligeramente ladeada.

Recordemos que de esta manera estaremos mostrando interés, de lo contrario podemos comunicar lo que no deseamos. No olvidemos sonreír, con ello estaremos diciendo: estamos contentos de que el cliente haya venido al Spa, nos enorgullece que quiera probar nuestras experiencias, y vamos a darle el mejor servicio. Esto es lo que entendemos por predisposición real y afectiva.


Spa Stance

Nuestros brazos, deben ir atrás, con las manos cogidas.

Le estaremos comunicando al cliente que estamos preparados para atenderle y acompañarle en su estancia al spa. En caso de que ya hayamos tenido contacto con el cliente, y se presentase una incidencia en el spa, la postura más adecuada será con las manos cogidas delante, ya que le mostraremos “atención y escucha”.


En cuanto a las piernas y pies, es importante la higiene visual.

Estar de pie, con las piernas abiertas, o apoyando el peso del cuerpo en un lado, son expresiones corporales que forman una imagen muy antiestética y poco higiénica para un Spa. Las piernas, sea de pie o sentado, siempre deben estar cerradas.


Si estamos de pie, evitaremos tener los pies juntos, ya que la postura que se adopta es muy rígida. Aquí podemos apostar por la tercera posición en ballet clásico, que se trata de un movimiento adelantado.


En este caso, las piernas pierden rigidez al estar algo adelantada una dela otra, y la posición de los pies nos indica predisposición a actuar. Además, se trata de una postura que nos facilitará el inicio del primer movimiento.


Cómo debemos dirigirnos al cliente, cuando ésta sentado.

En este caso, lo más correcto y servicial sería ponerse a su altura, para que no se sienta amenazado o empequeñecido bajo nosotros. Para ello, lo ideal es agacharse y colocarse de rodillas en semi lateralización. Eliminando la vista frontal, seremos menos inquisitivos. Esto nos suele pasar a la hora de servir el té, hacer un tasting de producto para el tratamiento o inclusive para explicar lo tratamientos. Para BSpa, la postura ideal es de rodillas.


La postura del arrodillado, tiene en sí, mucho significado, y una energía muy potente para quien lo recibe. Arrodillarse, es ofrecerse al otro, entregar su bondad, cuidado, espiritualidad, ofrecer y alzar nuestras manos como símbolo de respeto. Para realizarla sin sentirnos incómodos, solo debemos pensar en su significado.


b. Stance in movement

Stance in movement

Cuando acompañemos al cliente dentro de las instalaciones del spa, le indicaremos el camino con un suave gesto de mano que indique “adelante”, pues indica bienvenida y recibimiento. Es importante recordar que el cliente no conoce el spa, de manera que siempre iremos primero, siendo los guías de su experiencia.


Para evitar darle la espalda al cliente mientras le acompañamos, ladearemos el cuerpo hacia él. Esto nos permitirá establecer una mejor comunicación al hablar. En muchos países, el hecho de dar la espalda a tu invitado, está visto como un gesto de muy mala educación.


Cuando lleguemos al lugar donde el cliente tiene que entrar (sala de masajes, zona de aguas, vestuario, etc.), nos colocaremos del otro lado de la puerta por donde veníamos y haremos de nuevo el gesto con la mano de bienvenida/acceso, dejando liberada la puerta para su mejor acceso y que sea, entonces sí, el primero en entrar a su destino.


c. Stance & Roles

Stance & Roles

En el spa, cada rol tiene una posición corporal específica, al igual que una vestimenta apropiada para sus funciones:


Una recepcionista, por ejemplo, no tendrá la necesidad de estandarizar tanto su expresion corporal ya que, al estar detrás del mostrador, tendrá “menos” por lo cual preocuparse. Su imagen general debe ser de predisposición, sonrisa y amabilidad. Como seguramente tendrá otro tipo de contacto con el cliente, de carácter más informativo, puede usar los estándares básicos de postura cuando acompañe al cliente.


Sin embargo, un terapeuta, está expuesto desde el recibimiento del cliente hasta su salida, por lo que deberá prestar más atención.


Debemos recalcar, que muchos spas tienen sus propios protocolos, pero éstos conceptos globales de expresion corporal que señalamos nos parecen apropiados para cualquier centro o circunstancia. A veces, si el terapeuta se encuentra en una situación nueva, que se sale del protocolo, puede perder la compostura. Por cuanto resultan ser herramientas útiles para saber mantenerse siempre en un buen lugar.


Estos aspectos pueden variar también en función del concepto spa. Por ejemplo, si es oriental, seguramente aplique el saludo Wai tradicional. En cualquier caso, fuera de ese protocolo, vemos terapeutas con malas posturas en momentos de inactividad.


Para este saludo, la posición de piernas y pies correcta es juntos. Además, no debemos olvidar de que todos estos movimientos, deben ser acompañados de una sonrisa y una expresión facial relajada, para que no se nos vea forzados.






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