El oído: Arquitectura Sensorial en el Spa · Los 5 sentidos
- Meritxell Llorca
- 9 dic 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 oct 2023
A través del sentido del oído recibimos sensaciones auditivas que nos dan información acerca de la posición de nuestro cuerpo, ayudándonos a situarnos dentro del espacio que nos rodea.
¿Cómo se perciben los sonidos?

Cuando el sonido entra por el oído su onda genera señales químicas y eléctricas que viajan a través del nervio auditivo y llegan al cerebro donde son reconocidas como sonido. El cerebro combina las señales de ambos oídos para determinar la dirección y la distancia de los sonidos, los cuales además son responsables de la sensación de equilibrio y la orientación espacial.
Los elementos auditivos que detectará un cliente son:
1. Sonidos
Los sonidos son ondas sonoras y acústicas que se producen en el aire. Tienen la capacidad, al igual que el olfato, de sensibilizarnos, transportarnos, rememorar y recordar.
Cuando estamos recibiendo un masaje, tal como el resto de sentidos, el oído se ve obligado a agudizarse. Junto con el tacto, son dos de los sentidos que más se van a estimular durante la terapia. Por ende, cualquier sonido agradable que podamos utilizar será bien recibido por el cliente.
2. Ruidos
Entorpecen, desconcentran y generan una sensación sonora molesta o incluso dolorosa. Desde el punto de vista físico, un ruido es una mezcla compleja de sonidos de varias frecuencias. También es muy importante saber que todo ruido es aire en movimiento.
En cabina, debemos tener en cuenta que con cualquier ruido que hagamos, podemos romper el estado meditativo en el que se encuentra el cliente, interrumpiendo su paz y la armonía de su energía, haciendo que vuelva a la realidad. La tos, un estornudo, los pasos y la respiración del terapeuta, son ruidos a evitar.
3. Música
La música es un elemento indispensable para crear experiencias, ya que evoca emociones y sentimientos, une a las personas, y une almas y energía. Por ello, la música, es parte indispensable de nuestro training.
Cuando el cliente está en vibración con la música, se adentra en otro estado. Sus latidos, acabarán siguiendo el ritmo de la pieza, y la melodía recorrerá su cuerpo para hacerle entrar en un estado de relajación absoluta. Por lo cual, es importante que la música sea regulable desde la cabina, para poder modular el volumen al gusto del cliente.
Es bueno investigar con todo tipo de música o presentar también la posibilidad de dejar que el cliente escoja su propia música durante el tratamiento.
4. Silencios
Los silencios son tan importantes como la música, aun cuando se piense que son vacíos innecesarios, saber mantener un silencio es clave en el proceso de relajación del cliente.
5. La Voz
La voz será el principal componente a tener en cuenta en un centro Spa, por su directa influencia sobre el cliente. Si el equipo grita, le daremos pie al cliente a que nos imite, por lo creemos fundamental ser conscientes de nuestro propio tono de voz en todo momento.

Nuestro saludo inicial debe ser cálido y con un tono suave, ese tono es el que marcará al cliente para hablar. En caso de encontrarnos con algún cliente o grupo de clientes que eleven la voz tenemos varias posibilidades:
- Si el saludo del cliente es elevado, nosotros le contestaremos con un tono más bajo. Veremos que su respuesta será la imitación y bajará su tono inmediatamente de forma inconsciente.
- En caso de oír gritos en la zona de aguas o cualquier otra zona del centro, deberemos ir y pedirles amablemente que bajen su tono para respetar el descanso y relax de los demás clientes.