La vista anula nuestro juicio y tanto analizar, atrofia las sensaciones
- Meritxell Llorca
- 11 dic 2019
- 1 Min. de lectura
Siempre nos han dicho: “tienes que pensar antes de actuar”, como si la razón te proporcionara un mayor status y solo por eso, fueras infalible. Parece que el “dejarse llevar” es cosa de locos. Y así es como enfrentamos la razón contra el corazón , hasta que solo puede quedar uno.
Pero la realidad, es que ambos se necesitan, son como el Ying y el Yang

Es por eso, que una de nuestras prácticas más habituales con los equipos Spa, es vendar los ojos de todos los terapeutas, para que actúen ciegamente y puedan valorar la implicación real de las sensaciones durante un masaje.
Empiezan a recibir y entender toda la información que su sentido del tacto les ofrece, y en cuanto se encuentran más cómodos con esta nueva situación, se dejan llevar y sentir. Y el cliente siente, que ellos sienten.
Ambos se sienten.
Y sentir juntos, compartir ese momento de intimidad y mimo, es la mejor ofrenda que podemos hacerle a nuestros clientes
En este mundo loco, todos necesitamos amor, empatía y calor. Actúa con el corazón, solo así acariciarás su alma.
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